LE QUEDA EL DOLOR DE VER MUCHA POBREZA PREVALECIENTE EN EL PAÍS
El presidente Leonel Fernández dejará de serlo dentro de 47 días, pero ya su agenda de futuro le reserva tres importantes misiones a nivel internacional: una al servicio de las Naciones Unidas para bocetar las líneas de una convención contra la especulación financiera, y dos iniciativas de gran alcance que pretenden conectar estrechamente, en el campo comercial, a Europa y el mundo árabe con América Latina. Y en el plano local, la tarea de fondo que se ha impuesto será la de promover una reingeniería del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que preside, para acoplarlo a las tendencias modernas, de forma tal que pueda incidir más en la orientación y el debate de las ideas para educar al pueblo, la promoción de líderes con mentalidad moderna y una mejor puesta a punto de sus mecanismos de contacto con sus miembros y simpatizantes. El Presidente irá en septiembre y en noviembre a Europa y Dubái para integrarse a dos “task-forces” independientes entre sí, pero unidos en el objetivo de impulsar planes de intercambios interregionales, por la vía de canalizar inversiones gruesas de algunas naciones europeas y los Emiratos Árabes Unidos hacia proyectos de desarrollo con fondos que podrían manejar el Banco Interamericano del Desarrollo y otras agencias de financiamiento de América Latina. El Presidente ya está preparado para participar en un selecto grupo de personalidades escogidas por la Organización de las Naciones Unidas para discutir y proponer un borrador de convención internacional contra la especulación financiera, un mecanismo que pretende evitar que las economías del mundo entren en crisis por el efecto dominó de algunos descalabros de envergadura, producidos por las operaciones bursátiles a futuro con materias primas, energia y valores. Este es el resultado de una propuesta suya, exitosamente acogida por las Naciones Unidas en su última asamblea general, para enfrentar las operaciones especulativas que hacen encarecer los precios de los alimentos básicos, productos e hidrocarburos en perjuicio de las economías de países que no pueden ejercer ningún control sobre esas maniobras. Fernández piensa ocupar una buena parte del tiempo que ya le quedará libre como expresidente de la República durante ocho años consecutivos en estas tareas de relieve internacional, y por el momento no está pensando en sus posibilidades de volver al poder en el 2016, primero porque considera prematuro ponerse a columbrar esto y, segundo, porque nadie puede predecir el futuro ni adivinar qué sucesos ocurrirán en favor o en contra de algún objetivo personal o político. De lo que está seguro es de que a la pareja presidencial, él y su esposa, la vicepresidenta electa Margarita Cedeño de Fernández, les esperan muchas ocupaciones. Ella, en el plano local, y él en el plano internacional y en las necesidades de un PLD al cual someterá a una reingeniería, sobre todo después de su reciente desempeño electoral, en que los votos adquiridos de manera particular fueron menores a los del opositor Partido Revolucionario Dominicano. Sus mayores satisfacciones Pero el presidente Fernández, que no siente que sufrirá la llamada “soledad del poder” porque se ha mantenido continuamente trabajando e inaugurando obras, y porque ya le esperan otras responsabilidades en el campo internacional; se marcha del poder con satisfacciones y desilusiones. Satisfecho de lo que consideran sus dos obras emblemáticas: la promoción del diálogo nacional que desembocó en el diseño y aprobación de una nueva Constitución, que marca nuevos perfiles institucionales y nuevos derechos a la nación, y las líneas del metro de Santo Domingo. Su desilusión: comprobar el nivel de pobreza en muchos ambientes dominicanos, palpar el estado de miseria y de necesidades de sus compatriotas menos favorecidos, ver con sus propios ojos las precarias condiciones de vida en lugares como Pantoja, donde iba a menudo, sin dar cuenta de ello a la prensa o a la opinión pública, para hablar con sus hacinados habitantes en chozas destartaladas, lo mismo que hacía, también bajo la máxima discreción, con pacientes internados en hospitales. Está satisfecho de la construcción y modernización de los hospitales públicos, ahora mejor equipados y acondicionados en todas sus áreas, y estima que el país todavía no se ha dado cuenta de este impresionante progreso. Aprecia, como otra de sus grandes obras, la apertura del parque tecnológico Las Américas, donde funciona el Itla, que capacita a los jóvenes en nuevas tecnologías, y cree que todavía hace falta una mayor cultura de la innovación y un mayor interés del empresariado privado en la promocion de incubadoras que generen nuevas empresas para fomentar el empleo y la competitividad. DIVERSOS TEMAS El Presidente describió estos y otros planes durante un almuerzo con directores de periódicos, productores de programas y analistas de la televisión, en uno de los comedores de la tercera planta del Palacio Nacional, por casi tres horas. Cabe resaltar que bajo su mandato, el Presidente sacaba tiempo, dos o tres veces al año, para almorzar con periodistas, unas veces de forma abierta para dar a conocer cómo estaba enfrentando algunas situaciones; o de manera más cerrada, a título de “fuera de récord”, es decir, bajo total reserva, para revelar temas confidenciales. A la cita de ayer asistieron los directores Adriano Miguel Tejada, de Diario Libre; Osvaldo Santana, de El Caribe; Miguel Franjul el subdirector de El Nacional, Bolívar Díaz Gómez. Los analistas de televisión Oscar Medina, Luisín Mejía, Freddy Sandoval, Danny Alcántara, Pablo McKinney, Ramón Núnez Ramírez, el experto en derecho de prensa; Namphy Rodríguez, el director de la televisora estatal, Pedro Caba y el secretario de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez |